Nombres

El primer nombre de la lista fue Marvin Mcnair.

Murió en la cama de la enfermería de Hogwarts, con un veneno letal dado por aquellos que pretendían salvarle.

El segundo nombre fue Cornelius Fudge.
Murió incinerado en su propia cama, bajo los efectos de una maldición que le mataba poco a poco.

El tercer nombre fue Megan Nicole Nell. El cuarto Marcus Cepheus Black.
Ambos murieron alcanzados por una maldición imperdonable, lanzada por el mismo Quien-tú-sabes, que frenó su vida en seco.

El quinto nombre fue Bludger.
Dio su vida para salvar la de Marcus, su hermano de alma.

El sexto fue Hannah Abbott...

y aún recuerdo, con el corazón encogido, su cara de sufrimiento mientras se moría desangrada en esa cama de hospital. 

Sus gritos de dolor, mis manos manchadas con la sangre que no cesaba de manar... sus ojos vidriosos. Esas imágenes aún me persiguen por las noches.

Y si cuenta como séptima, Morgana Abdalaria.

Mi tía, a quien no salvé con mi propio don, sino con un objeto de origen similar.

Más tarde, hubo quien me cuestionó el haberles salvado. Pero en aquel momento, para mí no había otra opción. Más que esos nombres, me pesan los de aquellos a los que no he podido recuperar. Son nombres que ni siquiera conozco.

Un gallo de las cocinas de Hogwarts. Una pequeña hada del bosque. Un niño cayendo en brazos de su madre.